lunes, 26 de septiembre de 2011

Hola! Acá estoy, espero salga algo bueno, espero que de algo sirva, solo por eso, me permito entrar. Entren los que quieran, entren los que quieran mirar.


No basta con lanzarse al vacío
de no saber qué pasará
ni qué vendrá,
de esperar lo mejor
y en parte
de lo que anhela.

No basta y no alcanza,
porque nos sepulta y nos condena a medio tiempo.

Nos lleva a dar un paseo en retroceso.

Lo que pasa por el alma 
empieza a sentir el desosiego del no saber
y que insensiblemente desesperanza el mágico porvenir,
el que veiamos llegar
y soñábamos construir,
mintiéndonos en el camino
tal vez;
pero dejando entrar la resolana del
"puede llegara  a suceder".

Se desvanece la idea de un futuro a nuestro modo,
los deseos de verlo llegar,
porque sabemos que no será asi,
asi como lo ven los ojos de la aspiración
y olvidándose de algo...

Sabemos que no es así
y asi nos encontramos
con que soñamos,
nos idealizamos cada uno en su porvenir,
pues nos damos cuenta de las cosas que nos ofrece la vida
y empezamos a elegir qué nos gusta y qué no;
empezamos con el descarte a medida que caminamos
y avanzamos en la lucha de mantener lo que elegimos,
lo que queremos... 
Cayendo cuando lo debemos dejar ser y aceptar 
que tal vez, no era en lo que se daba...

Asi desdibujamos nuestro anhelo
y lo convertimos tal vez, 
en una carta de resignación y abandono,
tirándolo a lo que tenga que venir
como si ya no importara,
pues lo que tenga que venir vendrá
y así lo hemos de esperar,
y sin más...

Pero no nos dimos cuenta que
aún asi
lo que hicimos fue andar por nuestros deseos
dejándolos ser y aceptando
aún cuando debían dejar de serlo.

Llegamos a estar donde debíamos estar,
la vida nos condujo hacia donde debíamos llegar
trayendo a quienes debian ocupar tiempo y espacio,
entendiendo que no nos debemos abandonar,
aún cuando hayamos dado todo
o creyendo que asi ya lo hicimos,
que ya no hay nada más que hacer,
sino esperar a que suceda
y sea como deba ser.