Ojos cerrados
corazón despierto.
Siento
que en vilo me suspendo al aire
flotando entre aromas
sensaciones
y el cosquilleo de un tibio rose en mi piel.
Mi mente (en su inconsciente) sabe que mi cuerpo descansa en un lugar distinto hoy, pero en el que me quisiera quedar a vivir para siempre...
¿Qué lugar es este?
Sólo se que estoy aquí
que me quiero quedar
contigo
y entre tus brazos.
Sobre una suave alfombra mi cuerpo descansa
y mi alma entre aromas se llena de recuerdos,
y en la memoria
entre sueños de deseos,
solos se guardan.
Pero en ese vuelo en el que me suspendo, viajo a otro lugar y mi cajita de recuerdos empieza a colmarse de un aroma delicioso, dulce, cautivante... Y más fuerte aún que los demás, y pienso, que ese te quedaría bien, por lo que creo, tu aroma será.
Mientras,
mis manos
sin querer recorrer el lecho,
tan suave
en el que ahora me encuentro,
adivino,
es el lugar donde duermes y sueñas.
El aroma persiste, pertenece y es dueño.
Pero aún así
entre mis sueños
encuentro algo más
y mis labios sonríen en la sorpresa y gratitud,
porque en mi piel recorre ese tibio-calor
que me rodea y que ahora
con ternura y cariño
me hace volar aún más;
llenándome de luz, energía, viveza;
y me hace regresar...
De esa oscuridad en la que estaba inmersa.
Comienzo a despertar
y al abrir los ojos
en tus ojos me sumerjo
y eras tu el que me sostenía
y eres tu en quien me quiero perder
después de cada despertar
en ti volverme a encontrar
una y otra vez
y sentir que en ti
esta para siempre mi lugar.
Sabiendo que aún así
cuando mis ojos cerrados estuvieran
en mi corazón palpitarías
y con mi sangre
todo mi cuerpo recorrerías;
siendo tu lugar y más allá.
Porque
después de este primer encuentro
y por primera vez haber sentido y presentido todas esas sensaciones sin dudar
mi alma junto a la tuya, sin importar tiempo,
te acompañará.
Mi lugar te quiero regalar, porque de ahora en más, no hay sitio en el que quiera estar,
si tu no estás.