lunes, 11 de febrero de 2013

Transphotofosis

Quiero tocar tus labios boca fría de invierno
besarlos hasta hacerlos fuego.
Derramar en ti mi agua salada y con una caricia tuya
transformarla en dulce.
Que se derrita en  mi tu hielo y nos ahoguemos en tus sabanas mojadas.
Derriteme en tu boca y evapórame en tu beso una y otra vez.
Has que fluya un río desde mi boca a mis pies
y desborde en una catarata.
Bebe el agua que baja por mi cuello, piérdete, muérete
y revive en mi ombligo.
Duerme ahí niño inquieto, has un techo y vive allí para siempre.
Desvelate en las madrugadas para que pueda cantarte;
es así como quiero tenerte.
Eres mi lienzo ahora
déjame dibujarte,
recorrer tu cuerpo con mi pincel
perderme con él en ti.
Te tomaré una foto,
así como estas para mí.
Dormido, tu cuerpo, tu piel y la mía,
dándose calor,
transpirando uno al otro...

Todo eso, mi foto.
Te guardarás en mi álbum y lo abriré
solo para mi.

Tengo seco los labios

Tengo seco los labios.
Tienen estrías y se resquebrajan cada vez que quieren hablar.
Se desintegran por cada beso que no se da,
se deshidratan por cada segundo en el que un beso no eres capaz de dar.

Tengo seco los labios,
los quema el Sol,
se queman en su propio fuego.
Se secan porque no se callan,
se secan de esperar a que el viento les traiga un poco de agua.

La espera los mata,
el uso los desgasta, los deshidrata
hasta que alguien se apiade y regrese a darles un poco de vida al pasar
y antes de seguir su marcha.