martes, 4 de junio de 2013

Ella está presente


Manteniendo los lazos, manteniéndote al tanto, cuidando el puente que te une a mí.
Ella me abre una ventana hacia donde estaba mi casa, siento que nunca me fui de allí.
Me siento parte de su vida, aún cuando no ando por allí.
Me envía su aroma con el viento 
cierro los ojos y me pego a su cuello.
¡Como arde el deseo! Ojala el calor del Sol se acercara solo un poco al calor que ella me daba.
El Sol pega fuerte todos los días en mi cara, pero no alcanza.
Me sumerjo en el agua para lavar el recuerdo, para mantenerlo intacto y así, no sustituir el calor del Sol por el calor de su piel.
La traigo a mí. Es el recuerdo.
Tanteo entre las sábanas, ella esta allí durmiendo de mi lado de la cama. Y yo la dejo quedarse, porque prefiero tenerla cerca antes que perderla por ahí.

Me despierto… 
Me doy cuenta que en realidad soy yo quien duerme de mi lado de la cama. Giro y ella ya no está allí. Entonces pienso… ¿Se habrá ofendido porque la saqué de mi lado de la cama? ¡Si gané! Pero sé que su enojo es mentira, es parte de nuestro juego.
Entonces descubro que este juego fue verdadero, sucedió, pero no ahora.
Era tan vivo el recuerdo, tan real… ¿Un sueño? ¡No! Fue real.
Pero la tengo lejos para saber si al final su enojo era parte del juego o si se ofendía de verdad.
Quería preguntarle si me perdona. Aunque se que fue un juego limpio, el ganador fui yo pero no importa. No me importa mientras permanezca a mi lado, mientras sea posible volver a jugar esta guerra; este tire y afloje de querer sujetarla por las piernas que se retuerza que llegue a mi lado de la cama; pero que yo, con un movimiento suave la destierre de mi sitio. Que termine arriba mío quitándome el aire para quedárselo ella y que la cama quede hecha un lío y que nos gane el cansancio después de tanta guerra y que ni uno ni el otro quede de mi lado de la cama porque los dos somos uno en medio del camastro. 
Y aún así, sigo sin saber… Porque despierto y veo el cielo. Giro y están las olas y lo que era mi cama ahora es una lona en la arena y giro y la que está al lado mío ya no es ella.

jueves, 28 de febrero de 2013

Seamos

La ciudad está apagada,
no esperaba mi regreso sino mi llegada a tu infierno.
Que ardamos.
Que ardamos juntos en tu calor
que nos derritamos precisamente en tu centro
y que nos derrochemos sin más.
Las luces tan solitarias..
Me da pena verlas
me da pena verme igual que ellas,
todas ellas en soledad.
No espero tu partida
pero aún así
es así, te vas.
Te vas y no vuelves.
Te vas y te quedas levitando en el aire.
¿Quién eres? ¿Quién eres realmente?
No puedes quedarte así, no para mí.
¿Qué haremos? ¿Cómo nos compartiremos?
Sólo el tiempo dirá  el lugar y la hora...
Si es que seamos algún día.

Lo que

Quiero esta noche
vengas conmigo a mi cama
abrases tu ombligo y el mio
y despiertes mi vida corriendo mi pelo de tu almohada.

Quiero esta noche
endulces mis labios después de las horas que el cansancio le ha quitado a nuestras bocas todo su sabor.

Quiero esta noche
erices mi piel con un soplido de tu boca en mi nuca.

Quiero esta noche
destruya la fuerza de tu abrazo
todo rastro de desgano.

Tu vida le da vida a la mía
y mi vida quiere darle sus vibras a la tuya cuando te vayas...
Si es que algún día te marchas.

No hay distancia que valga la pena olvidar,
si no nos vamos a perder jamás
aún cuando yo esté sumergida en el agua
y tu andes de fiesta en el aire.
No hay distancia que valga la pena olvidar mi amor.

Plantada

Plantada. Estoy plantada en tu vereda.
Plantada en tu misma tierra.
Plantada en el sendero que fueron marcando tus rutas.
Plantada sobre tus huellas
las huellas frescas de la tierra que mojada esta después de tanta lluvia,
de tanto llorar el cielo...
Plantada en la maceta de tu ventana,
que ve tus noches de insomnio, de juergas, de putas.
Plantada en un vivero abandonado
esperando a que tal vez pases a ver...
Plantada.
Estoy plantada.
Me dejaste plantada.


lunes, 11 de febrero de 2013

Transphotofosis

Quiero tocar tus labios boca fría de invierno
besarlos hasta hacerlos fuego.
Derramar en ti mi agua salada y con una caricia tuya
transformarla en dulce.
Que se derrita en  mi tu hielo y nos ahoguemos en tus sabanas mojadas.
Derriteme en tu boca y evapórame en tu beso una y otra vez.
Has que fluya un río desde mi boca a mis pies
y desborde en una catarata.
Bebe el agua que baja por mi cuello, piérdete, muérete
y revive en mi ombligo.
Duerme ahí niño inquieto, has un techo y vive allí para siempre.
Desvelate en las madrugadas para que pueda cantarte;
es así como quiero tenerte.
Eres mi lienzo ahora
déjame dibujarte,
recorrer tu cuerpo con mi pincel
perderme con él en ti.
Te tomaré una foto,
así como estas para mí.
Dormido, tu cuerpo, tu piel y la mía,
dándose calor,
transpirando uno al otro...

Todo eso, mi foto.
Te guardarás en mi álbum y lo abriré
solo para mi.

Tengo seco los labios

Tengo seco los labios.
Tienen estrías y se resquebrajan cada vez que quieren hablar.
Se desintegran por cada beso que no se da,
se deshidratan por cada segundo en el que un beso no eres capaz de dar.

Tengo seco los labios,
los quema el Sol,
se queman en su propio fuego.
Se secan porque no se callan,
se secan de esperar a que el viento les traiga un poco de agua.

La espera los mata,
el uso los desgasta, los deshidrata
hasta que alguien se apiade y regrese a darles un poco de vida al pasar
y antes de seguir su marcha.