domingo, 4 de diciembre de 2011

Caer de pie

Caer, ver lo que queda atrás y pensar.. ¿Por qué? Pensar en qué tan felices seriamos volviendo el tiempo atras, y aprovecharlo mejor, corregir nuestros errores, o evitarlos.

Somos seres suceptibles al fracaso, a cometer errores y nos cuesta aceptarlos, asumir que los cometimos, y por sobre todo mirarnos a la cara despues de ellos, ese momento en que nuestro propio reflejo ya no nos pertenece, cuando verlo nos genera una confusa mezcla de asco, odio y verguenza, y nuestra imagen se ha vuelto irreconocible a nuestros propios ojos.

El hecho es que cometidos estan, y no hay una vuelta en el tiempo, o una oportunidad de correcion, no, solo el remordimiento por nuestras acciones, el dolor por lo que causaron, y el terrible, y, muchas veces, tristemente acertado, miedo a repetirlas.

Y eso nos trae al ¿Por que ami? al ¿Por que no puedo hacerlo bien una puta vez?

Lo cierto es que vinimos a este mundo a equivocarnos.

No nos enseñan como hacer las cosas, y cometiendo errores aprendemos a hacerlas, cada gran momento en nuestras vidas, esta erigido sobre errores, sobre esos momentos que no nos reconocimos, sobre esas noches sin dormir, lamentándose por lo pasado, esos momentos

 que pensamos que no valia la pena dar el salto, si al final volveriamos a caer de cabeza, sobre ellos hacemos nuestra vida.

¿Como lo se?

Por que no somos debiles, somos seres fuertes, hermosos, decididos, complejos, e increiblemente resistentes, podemos caer una y otra vez, y una y otra vez levantarnos, y una y otra vez intetarlo nuevamente, por que en cada tropezon hay una oportunidad de levantarse, por que en cada caida, estan esas manos que nos ayudan a subir, esos hombros en los que llorar, y esas voces para consolarnos. Esos entes que nos dan fuerza, esa fuerza que nos lleva a seguir intentando, que nos lleva a saltar, y finalmente caer de pie.




Escrito por: Manuel Geraldo

Posibles títulos: Fronteras al límite; Y en un grito decimos BASTAAAA

Y vemos las fotos de los que se abrazan, de los que se quieren, de los que se aman.
¿Y qué hacemos cuando vemos las fotos y nace en el fondo, un sentimiento raro, cuando al recordar, nos vemos a nosotros mismos...?
¿Dejamos que nos invada, que nos llene, que nos haga sentir vivos y que se vaya con una sonrisa en el rostro?
¿O tal vez, dejamos que nos llene de esos recuerdos que alguna vez fueron hermosos y que nos traiga el rencor, el dolor de lo que no fue, la angustia y la tristeza, la desolación y más dolor?
¿Qué hacemos?
¿A dónde vamos?
Estamos tan al límite de todo que un instante puede derrumbarse todo eso que intentamos sanar y dejar, que solo marche con una normalidad extasiada.

Volvió a quedar pendiente

No hay más que decir. Vivir el recuerdo pero que late en la mente como la incandescencia que jamás deja de persistir. Late como un corazón independiente que no bombea sangre.. Solo el líquido recuerdo de algo que marcó, no una herida. 

Búsquedas y búsquedas, y preguntas que no se responden y cosas que jamás encuentras. Tal vez llegan tarde, o llegan y no las sabemos reconocer; ciegos por costumbre.

Y llegaste otra vez y otra vez y otra vez.. Estos recuerdo pesados e intolerantes, depende el ánimo. ¿Y qué hacemos? Bueno, nada, vivimos. Vivimos hasta que llegan las circunstancias, los hechos, esos días que te cambian un poco la marca de existencia cotidiana del sobrevivir y que te desestabilizan un poco jugándole al equilibrio un turno sospechoso de trampas.

¡Y ya basta! Si me alcanza con la cabeza y ahora quieres con tu mirada, ni hablar si llegan tus manos, las suaves caricias, los gestos que vienen con el aire.. Y ni hablemos de los besos y los abrazos que una vez supimos dar... Que alguna vez me fueron a quedar, flotando en mi enredo y que le quedan pendientes a mi vida. Y finalmente, todo se transforma, en un instante que se volvió eterno, pero que dejó de ser lo que era. No es más un pendiente, pero a cambio, me trajo otro asunto.. Y volvió a quedar pendiente.. Volvimos a quedar pendientes; otra vez.