martes, 31 de julio de 2012

¿Sabrá donde están sus pies parados?

Estás en la sima.
La sima de todo y de todos.
Casi, nos pisas las cabezas.

Estás en la sima.
Por sobre todo,
por sobre las ruinas y las reliquias.
Es su esqueleto el que pisas,
el de la historia que jamás se contó,
esa que nadie oyó y se encuentra a tus pies.

Miran tus ojos lejanos.
Sabe Dios que estás pensando...
Te miro mirar y así mis ojos van más allá de lo que ven
y de lo que creen poder descifrar
de tus miradas de tus posturas de tu caminar de tu despliegue.

Dejaron tus pies las huellas en aquel camino que jamás fue marcado en el mapa.
Estás a la deriva, en la cornisa de un Mundo que espera el regreso.
Miras lejos, muy lejos..
Y hasta ahí llegan mis ojos a leer,
sabrá Dios qué cruza tu cabeza en ese instante de inmensidad.

No lo sabes, no lo sé,
nadie sabe como creer.
Hoy solo leo una imagen
una foto
esa que capturó el tiempo, lo detuvo
y te mantuvo allí,
intacto de por vida.

Parece que,
aunque el tiempo se detuvo,
todo su alrededor se mueve.
Maravillosa mano que lo retuvo.

Y sigues ahí..
Parece que allí te quedas y allí te dejo.
Hoy no quiero verte y ya ni te recuerdo del último instante que nos vimos,
es por eso que te elijo así
con la mente en el cielo
tan disperso
oliendo la inmensidad en la fría cumbre que te eleva de mis entierros.