viernes, 7 de octubre de 2011

Estar como agua para chocolate

(...) "Si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos los cerillos que llevamos en nuestro interior de un solo golpe, se produce un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente, y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso y que muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea integrarse al lugar de donde proviene, dejando el cuerpo inerte..." (..)












Hay que animarse a sentir,
a dejarse ser.
Vivir en espíritu,
trayendo día a día,
eso que no olvidamos,
o olvidamos;
pero que no queremos que se pierda.
Ardua tarea la de este caminante...