lunes, 15 de octubre de 2012

Silbando bajito

Color terracota viene a mi cabeza
no pienses que estoy loca.
Un té de frutilla ruboriza mis mejillas
no me soples al oído
que por ti me derrito.
Dale ritmo a mis letras
ya piden más que viajes en bicicleta.
No, no te vayas que te espero,
te espero a la vuelta de ese lucero.
No apagues la mecha
dale fuego a esta hoguera.
No grites que te escucho
pidiendo a gritos, tal vez un pucho.
Quiero cocinarte
también un postre de chocolate.
Quiero dibujarte
no se si sea a vos o sea a alguien.
Te prestarás a mis locuras
cuando te liberes de tu armadura.
No tengas miedo a equivocarte
aquí me ves equipando este desastre.
Si me ves llorando
es porque no es en vano,
no llueve agua salada
en mis mañanas derramadas.
Qué hay de malo en ver el Sol contigo,
no pienses que quiera casarte conmigo.
Aquí me ves
caminando de revés
mirándo mientras duermes
tu pateando cuatro ruedas
yo dando disparos a mansalva y sin palabras,
dando rienda suelta, 
capturando momentos inexistentes
empujando la locura de ser
sin merecer.
Gracias igual
por haber pasado por acá.
Adiós 
a ti que te escapas de nada,
yo detrás de la pantalla me río
de tremendas esas, tus pavadas.
Adiós corazón
nos vemos pronto mientras quieras vaciar un poco de ese Mundo de nimiedades
y encontrarte con un Mundo de trascendencias.
Adiós bombón
silbando bajito me voy.